Empleo, el medidor de estabilidad de un país

El contexto económico y político debe solucionar la situación actual del mercado laboral que revela dos realidades. Por un lado, se requieren tomar acciones concretas y rápidas que permitan la inclusión de grupos que actualmente tienen dificultades para acceder a un empleo adecuado y formal como: mujeres, jóvenes, adultos mayores a 65 años, indígenas y afroamericanos. A nivel nacional, el empleo adecuado alcanzó a junio 2019, el 37,9% del total de la Población Económicamente Activa (PEA), que comparando a febrero de este mismo año, se registró igual valor y prácticamente las mejorías no existen. En Quito, el problema es aún más evidente con un porcentaje de 55,2%, menor en relación con Guayaquil (56,7%), Machala (59,6%) y Cuenca (69,4%). Es importante mencionar que Ambato es la ciudad con menor empleo adecuado del país (50,6%).

Por otro lado, las medidas económicas y políticas deben apuntar hacia la conformación de verdaderos incentivos para la generación de puestos de empleo que no perjudiquen la creación de riqueza y expansión de la actividad económica en manos del sector empresarial, y sin que vaya en desmedro de la adecuada y técnica retribución a los trabajadores.

El resultado de lo expresado se refleja en los altos niveles de subempleo que se dan desde diciembre de 2018. A junio 2019, el subempleo llegó a sumar el 20,3% de la PEA que sumado al 26,4% de empleos no plenos y al 10,4% de empleos no remunerados, dan un total de 57,1% de la población que trabaja de forma inadecuada, viéndolo de otra manera, son aproximadamente 4 millones 700 mil personas que no trabajan en condiciones plenas.

Cuando la demanda por una plaza de empleo formal es mayor a la oferta, las personas se encuentran en el dilema de quedarse en el desempleo o emplearse a costo de no generar los ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Este es precisamente el problema del empleo en el Ecuador: la informalidad una realidad que pone en evidencia el grado de vulnerabilidad de los trabajadores al no contar con un seguro de salud y tener ingresos por debajo del promedio de quienes alcanzan empleos óptimos.

Si bien el debate está planteado desde meses atrás, la consecución de acuerdos podría ser complejo en el entorno actual puesto que las medidas laborales deben ir en paralelo con medidas económicas que empujen el círculo virtuoso: inversión, producción, consumo y empleo.

El mercado laboral continuará siendo el centro de atención por parte de economistas, empresarios, dirigentes gremiales, políticos, representantes del gobierno central e incluso parte del equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el tiempo irá exigiendo respuestas categóricas a tan complejo tema, como el empleo, que termina siendo un termómetro del nivel de estabilidad y crecimiento económico que requiere el Ecuador para este y los próximos años.

Redacción: Ec. Diego Olmedo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *