Para muchas personas el patinaje es una afición, y lo que empieza como un juego de niños, puede llegar a convertirse en un deporte real, y fabuloso.
Farah Navas, deportista y entrenadora de patinaje artístico, nos menciona que su pasión por el patinaje empezó a los 8 años, sin duda avanzar en este deporte ha sido muy sacrificado, puesto que los entrenamientos no piden permiso ni al tiempo, ni al clima. Se requiere mucha exigencia en la preparación física, y en los trabajos complementarios como el ballet clásico y la danza. El fruto de este esfuerzo lo ha podido palpar en las competencias, logrando alcanzar los primeros lugares.
La formación en este deporte como en cualquier otro, inicia en cero, desde cómo aprender a pararse, o, a marchar, para luego pasar a crear un verdadero espectáculo sobre ruedas. Esta dedicación que se pone en cada una de las jóvenes deportistas se ve reflejado cuando salen al escenario a luchar por su sueño.
Son niñas pequeñas encariñadas con su deporte, que en base a su constancia y perseverancia han logrado hacer cosas increíbles sobre la pista, lo que ya les ha hecho merecedoras de ser ganadoras en campeonatos nacionales.
Redacción: Lola Porras