¿Ofrecen algo nuevo los gobiernos y candidatos?

Los gobiernos y candidatos están a la espera de la ansiosa y lastimosa campaña que se avecina, pero lo importante de saber y analizar es si se comportarán como petimetres para una nueva estrategia de hacer movimientos electorales. Todo esto porque es urgente hacer el equipo correcto para darles la misma o quizá la nueva silla en el poder del cargo público.

Para estas elecciones sobrarán las ideas carcundas de los candidatos o quizá la parte de gobiernos con acciones meapilas para seguir adelante en sus movimientos de estilo crapuloso, de los cuales estamos acostumbrados en los inicios, intermedios y finales de las campañas electorales.

 

Las campañas se han vuelto algo fantoches en nuestros días, los especialistas parecen solo vender la parte inhumana del candidato o del gobierno, de una manera o estilo del bultuntún. Los supuestos especialistas ofrecen de forma crapulosa sus estrategias sin darse cuenta de que sus candidatos de estilo zurumbático son quizá la parte poco llamativa de un acontecer que necesita nuevos estrategas que pongan en el poder a personas condescendientes y no de un pensar asilvestrado. 

Siendo así, que antes de votar o ver algo en campañas, busquemos quiénes son las personas que están detrás de sus estrategias y del control o tracking absoluto de sus acciones e imagen, ya que para estas nuevas campañas el trabajo de campo o seguimiento territorial tendrá que dar un giro inesperado por las normas de salubridad que se han impuesto por la pandemia.

Para obtener una imagen positiva y confiable del gobierno, se tomaría en cuenta quizá la información precisa de cuatro factores principales: salud, economía, educación y seguridad. Un factor no sorpresa sería medir la opinión pública sobre intereses de la población del Ecuador para tomar decisiones acertadas, que a partir de la información se rediseñan las estrategias convenientes para avanzar proactivamente; de esa misma manera se obtienen los intangibles que sean el soporte para realizar la campaña de comunicación que consiga el mayor número de favorecedores de la credibilidad.

En mi experiencia siempre estudiamos al candidato, sin embargo, el querer obtener el poder a cualquier costa me ha tocado presenciar a los más mezquinos y viles personajes como contendientes a nivel LATAM. He visto a personas con grados académicos de doctorado perder elecciones contra personas sin estudios; personajes con gran discurso pero nada humanos; empresarios que juegan a la política y ciudadanos comunes que llegan al poder y hacen un caos. Lo más triste de llegar a un cargo público es que el poder puede ser muy efímero y eso crea grupos de choque ideológico que buscan nunca soltar cargos tan conformistas.

Si van a postularse, en verdad contraten personas profesionales y no familiares o chantajistas que les ofrecen ganar sin tener metodología. Lo bueno sale caro y lo barato puede costarles más; perder no significa que no se pueda ganar en otras instancias y competir con un buen equipo puede demostrar que -como lo remarca la Constitución- cualquiera puede ser servidor público, solo se necesitará hacer lo que hizo Kennedy contra Nixon, y que él mismo lo dijo al tener un contrincante que pensó que volvería a ganar, “solo le hice caso a mi equipo de comunicación e imagen”, lo demás es historia.(O)

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