¡El juego ha empezado!

Sofía Silva, es una madre que, a raíz de la discapacidad intelectual de su hija, se puso en el lugar del otro y entendió que debía empezar un nuevo estilo de vida.
Ema que en aquel entonces tenía 8 años, es el motor para que Sofía emprendiera una nueva aventura llena de colores, telas y diseños, logrando que cada niño sea el artista de su propio juguete.
Este emprendimiento se destaca porque crean juguetes no iguales al común denominador, sino, que abre una puerta a todo lo que es diferente